ETAPAS DE ITALIA EN LA GLOBALIZACION
1. La Primera Globalización se dio con los romanos, cuando éstos articularon un imperio, construyendo caminos y canales de riego, impusieron su sistema legal, forzaron el uso de su moneda y protegieron el comercio contra los piratas. La posterior vigencia del feudalismo significó un retroceso en este proceso.
2. La Segunda Globalización ocurrió en los días de los grandes descubrimientos, en los siglos XIV y XV. Se descubrieron nuevos continentes y fue abierto el camino a la India y a la China. Sin embargo, el comercio internacional en marcha fue interrumpido frecuentemente por guerras religiosas y los enfrentamientos de las monarquías europeas.
3. La Tercera Globalización aparece en el siglo XIX después de las guerras napoleónicas. Fue el siglo en el que el liberalismo se impuso sobre el mercantilismo y comienza a prosperar el sistema democrático de gobierno. Coincidentemente, tanto el liberalismo económico, como la democracia política surgen a fines del siglo XVIII, y en particular en el año 1776.
4. La Cuarta Globalización, surge al finalizar la Segunda Guerra Mundial, con el surgimiento de instituciones como las Naciones Unidas, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y principalmente del GATT (Acuerdo General de Comercio y Tarifas), que impulsaron la apertura de globalización de la economía y o mundialización del capital economías, el fomento del comercio internacional y la cooperación y ayuda entre los pueblos. Esto también se reforzó con los acuerdos entre países, primero para organizar la producción de algunos bienes en particular (acero y carbón) y luego a seguir, acuerdos más amplios, como el Mercado Común Europeo.
Efectos para Italia
Los países desarrollados como Italia, indudablemente se han beneficiado de la globalización. En primer lugar por qué han sido los responsables de dicho proceso. Siendo sus economías más productivas, son los que más, mejor y más barato producen. Han gastado inmensas cantidades de recursos financieros, tecnológicos y humanos en investigación y desarrollo para la producción de nuevos bienes y servicios. La innovación ha crecido en forma geométrica en las últimas décadas y como resultado han lanzado al mercado innumerables productos con el consecuente efecto de un crecimiento económico y mayor enriquecimiento para éstas naciones.
El desafío italiano relacionado con la
globalización se basa en la optimización de los procesos productivos, a través
de la automatización y el incremento de la productividad a través de la
inversión en la formación del personal, fruto de nuevas técnicas de gestión
empresarial.
Las empresas realizan innovaciones que
privilegian la utilización de tecnología existente. El desarrollo y las
modificaciones de productos y procesos productivos se basan muchas veces, más
que en invenciones técnicamente sofisticadas, en un atento examen de las
necesidades actuales y potenciales de la empresa.
La mayoría de las nuevas técnicas de producción
introducidas en Italia han sido impulsadas por unidades de tamaño reducido
altamente especializadas. En cuanto al ramo de servicios, es notable el
crecimiento observado en los sectores más avanzados: servicios financieros y
comunicación.
Una de las claves del éxito italiano es la
creatividad de su economía: la imaginación, la innovación y el diseño abarcan
muchos sectores de la industria italiana. La estructura económica de la Italia
contemporánea es el resultado de una dinámica social centrada en el núcleo
familiar, así como en la concentración geográfica de la industria.
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